Sobre el despido de Sonia De Larena

15/09/2018 19:06:38 | 2544 LECTURAS | LECTORES

Escribe Norma Fernandez de Sierra de la Ventana.

¿POR QUÉ…  PARA QUÉ?

Parafraseando a John Donne digo que lo malo que le pasa a cualquier persona de esta comunidad  me disminuye porque estoy ligado a ella. Hace más de quince años elegí vivir aquí y sigo creyendo que no me equivoqué por  las razones que están a la vista y porque, entre otras cosas, siempre pude expresar lo que pienso con absoluta libertad.

Hace unos días nos enteramos que, mediante el decreto 0896/18, el Intendente Municipal Sergio Bordoni, dispuso el cese de funciones de la Directora de Producción Comunitaria, Sra. María Sonia De Larena, quien había asumido en el cargo el último 5 de enero, luego de dos períodos como concejal.

Hasta ahí no fue más que una noticia. El Intendente nombra a sus funcionarios y es una de sus atribuciones el dejarlos cesantes.

No tengo una opinión acerca de la persona o sobre el desempeño como funcionaria de la señora De Larena. Y hubiera seguido así de no encontrarme con  las posteriores declaraciones públicas del señor Secretario de Gobierno y Hacienda del Municipio de Tornquist, quien habla de “una conducta inapropiada, (…) una conducta totalmente reprochable (…) no puede seguir en su cargo, dada la línea de honestidad, moral y ética (…)  quiso imprimirle a su gestión  (…)”

Si sólo se trató de una conducta inapropiada, seguro ya se volvió apropiada con el dictado del acto administrativo concretado en un decreto escueto, preciso, que no menciona razones de la medida, sólo dice lo que quiere decir.

Ahora, si la conducta es “totalmente reprochable”, un estamento superior debería determinar cómo encuadrarla dentro de la infinita gama de conductas reprochables de que es capaz la condición humana.

Si hay acusación porque se cometió un delito, se debería poner en marcha la maquinaria judicial garantizando el debido proceso para fortalecer el estado de derecho, cada vez más deteriorado en estos días.

No es mi propósito emitir un juicio de valor sobre lo que hizo o no hizo la señora De Larena, entre otras causas porque lo ignoro, pero no puedo ni quiero dejar pasar el hecho de que resulta muy preocupante que un funcionario de alto rango del Municipio hable tan  livianamente ante una cámara de televisión de conductas, honestidad, ética, moral… y cuestiones por el estilo.

¿Por qué, para qué? Es fácil suponer que de ese modo se estimulará la disposición a prejuzgar de la comunidad y que se activará su  imaginario a la hora de especular.

La señora De Larena  y yo  no somos ni compañeras, ni camaradas ni correligionarias; no compartimos espacios de pensamientos  ni de actividades; no somos amigas. Sólo que no me gusta que se promueva la desconfianza entre vecinos y se alimente la voracidad de las redes sociales.

“Nadie es una isla, completo en sí mismo. Cada hombre es una parte de la tierra. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a toda la humanidad: Por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti” (John Donne -  Londres 1572 – 1631)

NORMA FERNANDEZ

VECINA DE SIERRA DE LA VENTANA