Medio siglo de historia pura: Cumplió 50 años en nuestra ciudad Pizzería ‘Bon Piaccere’

Medio siglo de historia, cientos de inolvidables anécdotas y recetas inigualables. Pizzería ‘Bon Piaccere’ cumplió este 2018 nada menos que 50 años, siendo sin dudas un lugar emblemático de Tornquist que trascendió a varias generaciones. Este martes visitó los estudios de FM de la Ciudad 99.5 “Nuevo Aire” Rubén ‘Rulo’ Kugler, uno de los dos iniciadores del proyecto, iniciado el 8 de septiembre de 1968, que convirtió a la pizzería en un legado para su familia. “Comenzamos donde hoy está el comité de la Unión Cívica Radical (Av. San Martín y Güemes). Fue toda una casualidad, con Esteban Paz fuimos a Bahía Blanca a visitar a su hermano que trabajaba en la Pizzería ‘Rincón’ y nos dijo que algo así podría funcionar en Tornquist”, contó sobre los inicios. “Los primeros sábados y domingos él venía desde Bahía a ayudarnos. Además Esteban conocía el rubro porque trabajaba en la panadería de la familia Astobiza”, continuó. Sin embargo, “al año Esteban decidió dejar la pizzería, le compré su parte y la seguí yo”. “Le mentí a mi señora porque le dije que era solo por dos o tres años más, ya que yo también trabajaba en la cooperativa de recibidor de granos, pero en un momento había que dejar una de las dos cosas y el gerente me sugirió que siguiera con lo mío”, relató. Antes de dejar la cooperativa “con mi señora dormíamos en un colchón en el reservado y a la madrugada me levantaba a hacer las masas de pizza para luego irme a Tres Picos a trabajar”. ‘Bon Piaccere’ se mantuvo en su primer lugar hasta 1971, año en que se mudó a 9 de Julio al 100. Allí funcionó hasta que, luego de mucho sacrificio, Rulo pudo comprar en 1993 su actual edificio de 9 de Julio y Güemes, siendo su predecesor el emblemático Bar Ideal de la familia Betini. Todo lo logrado por la familia Kugler durante estas cinco décadas no fue casualidad, sino el fruto del trabajo y sacrificio de Rulo, su esposa Celia y sus hijos Darío, Mauricio y Leandro, quien hoy se encuentra a cargo de la pizzería. Tampoco la trayectoria y la trascendencia a través de los años fueron resultado de la suerte, sino gracias a las inigualables recetas que los ubicaron siempre en un lugar de privilegio. La elaboración de las masas de pizza es “el secreto de la casa”, junto con la imperdible pizza rellena y las exquisitas empanadas “La masa nos enseñó a hacerla mi mamá, la elaborábamos siempre nosotros”, contó, admitiendo que tampoco los empleados que por allí pasaron, como Carlos Di Nunzio, Nelly Pereyra, Adita Diócares y el ‘Vasco’ Antonucci, tuvieron acceso a la receta que convertía en único el sabor de las pizzas y empanadas. Mantenerse 50 años llevó también “ponerle el pecho” a diferentes crisis económicas que se vivieron en nuestro país en todas las décadas. “Como la crisis actual hubo muchas, en 2001 tuvimos que cerrar cinco meses porque teniendo abierto perdíamos plata”, relató. Sin dudas que no es fácil mantener un comercio durante medio siglo, pero con esfuerzo, sacrificio y honestidad Rulo y su familia seguirán adelante con la pizzería escribiendo sus propias páginas en la rica historia de Tornquist. ¡Felicidades! Nota completa:

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