Milei insiste en las Sociedades Anónimas Deportivas

AYER 14:48:45 | 124 LECTURAS | DEPORTIVAS

Tras la coronación de Botafogo en la Libertadores, que opera como SAD, volvió a abrir uno de los debates más virales del primer año de Gobierno libertario.

El presidente de la Argentina, Javier Milei, reavivó el debate sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) luego del triunfo de Botafogo en la Copa Libertadores 2024 y a través de su cuenta en la red social X, el mandatario publicó: ”¿Y si debatimos las SAD?”, acompañado de una tabla con los últimos campeones del certamen.

En su mensaje, Milei destacaba el predominio de clubes brasileños en la competencia, sugiriendo que el éxito estaría relacionado con la privatización de los clubes.

Sin embargo, la tabla contenía errores que no pasaron desapercibidos: solo tres campeones de los últimos 20 años operan bajo el formato SAD, mientras que la mayoría aún conservan estructuras tradicionales como asociaciones civiles.

El tuit de Milei no fue un hecho aislado, ya que, desde antes del inicio de su mandato, el presidente promovió la incorporación de las SAD en el fútbol argentino, argumentando que permitiría atraer inversiones internacionales y modernizar la gestión de los clubes. Para avanzar en esta línea, su Gobierno emitió a mitad de año un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilita la transformación de las asociaciones civiles en sociedades comerciales.

Según cálculos oficiales, esta medida podría generar entre 2.500 y 3.000 millones de dólares en inversiones extranjeras, con empresas de renombre interesadas en ingresar al mercado argentino. Milei había citado casos internacionales como el Manchester City y el Chelsea como ejemplos exitosos del modelo.

A pesar de las promesas, el decreto enfrentó resistencia legal y política. Desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezada por Claudio “Chiqui” Tapia, se oponen firmemente al ingreso de las SAD, defendiendo el formato tradicional de los clubes como asociaciones civiles sin fines de lucro.

Algunos de los clubes argentinos que se pronunciaron a favor como Talleres de Córdoba o Estudiantes de La Plata, junto a sus presidentes Andrés Fassi y Juan Sebastián Verón, salieron a hablar diciendo que, por culpa de su pensamiento, fueron perjudicados. A su vez, el “Pincha” de la mano de Verón, firmó un acuerdo junto al empresario estadounidense Foster Gillett de más de 150 millones de dólares, generando una sociedad mixta y dando pie a que Milei siga firme en su postura.

Tapia señaló que esta estructura garantiza el rol social de los clubes, que no solo forman jugadores, sino también cumplen funciones comunitarias en sectores vulnerables. La AFA, además, cuenta con el respaldo de una medida cautelar dictada por la Cámara Federal de San Martín, que limita la implementación del DNU al considerar que podría alterar la dinámica social de las instituciones deportivas.

El caso de Botafogo, utilizado por Milei como ejemplo, también desató un debate en Brasil, porque, aunque el club carioca opera como una SAD y acaba de consagrarse campeón de la Libertadores, otros equipos brasileños exitosos, como Flamengo y Fluminense, se mantienen bajo modelos tradicionales. Incluso en Europa, donde el modelo SAD es predominante, hay ejemplos de asociaciones civiles exitosas, como el Real Madrid, que ganó seis Champions League en los últimos diez años sin convertirse en una sociedad anónima.

Por otro lado, los críticos de las SAD advierten sobre los riesgos que implica su implementación y en Argentina, casos como el de Racing, que pasó por un gerenciamiento fallido en la década de 2000, o Deportivo Mandiyú y Argentinos Juniors, que enfrentaron crisis económicas bajo este modelo, son utilizados como ejemplos de las posibles consecuencias negativas. En Europa, equipos como el Burdeos y el Troyes de Francia enfrentaron problemas similares, quedando al borde de la quiebra debido a malas gestiones privadas.

A pesar de las controversias, Milei parece decidido a avanzar con su propuesta y su Gobierno sostiene que la llegada de las SAD podría revitalizar el fútbol argentino y reducir las deudas estructurales de los clubes. Sin embargo, la disputa con la AFA, las limitaciones legales y la resistencia de los socios de los clubes tradicionales presentan desafíos significativos, mientras que el debate sigue abierto, con posturas cada vez más polarizadas sobre el futuro del deporte más popular de la Argentina.