Nuevo equipo optimiza análisis de contaminantes en alimentos
El INTA incorpora tecnología avanzada para cumplir con estándares internacionales de calidad.
Buenos Aires, 4 diciembre (NA) -- El equipo ya se encuentra operativo en la sede de Corrientes y beneficiará, principalmente, al sector arrocero. Se trata de un Espectrofotómetro de Fluorescencia Atómica AF-640A de doble canal, acoplado a un HPLC isocrático, adquirido a partir de un proyecto financiado por Consejo Federal de Ciencia Tecnología e Innovación (COFECYT) y en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA-EEA Corrientes).
Entre sus capacidades más destacadas, el equipo permitirá detectar especies inorgánicas y orgánicas de arsénico, y otros metales pesados con alta sensibilidad, aportando soluciones a problemáticas locales y reforzando la competitividad de productos como el arroz en mercados internacionales.
Según explicó la doctora Silvia Zambón, responsable del departamento de Servicios Analíticos de la región NEA, la adquisición responde a la necesidad de cuantificar especies arsenicales en el arroz, un problema crucial para los productores locales, ya que Corrientes es una de las provincias líderes en exportación de este cereal. "El mercado europeo y el de Medio Oriente, que son los principales destinos de exportación, se están volviendo cada vez más exigentes en cuanto a los niveles de arsénico permitidos en los alimentos", señaló Zambón.
El equipo tiene también la capacidad de analizar mercurio y podrá extender sus análisis a otros componentes traza como el selenio y el cadmio. "Hoy podemos llegar a niveles muy altos de sensibilidad, al orden de parte por billón (ppb), lo que nos permite cumplir con los estándares internacionales y los requerimientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a los niveles de contaminantes permitidos en los alimentos", agregó la especialista.
La presencia de arsénico en arroz se debe a una combinación de dos variables: la eficiencia de la planta para absorberlo y el sistema de cultivo por inundación que favorece la formación de especies asimilables. "El arsénico se encuentra de forma natural en el suelo y se transfiere al agua y a las plantas, como el arroz, lo que puede afectar la calidad del producto final", explicó Zambón, aclarando que esta contaminación no es resultado de la actividad humana sino de las características geológicas del terreno.
Con esta incorporación, el laboratorio de espectrofotometría de la sede del INTI en Corrientes se posiciona como un referente de la región para la detección de contaminantes ambientales, con capacidad para brindar un servicio de calidad para la industria de todo el país, en respuesta a las crecientes exigencias de los mercados internacionales. El servicio se encuadra dentro del ya consolidado servicio de análisis que se apoya en asegurar la calidad de los resultados mediante el sistema de gestión del Instituto y la norma ISO 17025.
"Con esta tecnología podemos analizar la presencia de los mencionados compuestos tóxicos en alimentos y diversos sustratos hasta matrices de industrias emergentes. Esta versatilidad es clave para atender la creciente demanda de análisis de contaminantes en productos exportables", destacó Zambón.