El PRO impulsa un "espacio de centroderecha" con el oficialismo

HOY 16:16:11 | 98 LECTURAS | POLITICAS

El Gobierno condiciona el acuerdo con exigencias que limitan la influencia de Macri.

Buenos Aires, 10 enero (NA) -- Ansiosos por el desenlace de la novela del verano entre el presidente Javier Milei y el ex mandatario Mauricio Macri, un grupo de dirigentes de la primera línea del PRO hace fuerza para concretar una alianza electoral con el oficialismo y recrear así un "gran espacio de centroderecha”.

Así lo expresó el diputado nacional Alejandro Finocchiaro en un posteo de la red social X: “Con la voluntad de todos podemos construir ese gran espacio de centro derecha para dar la última y gran batalla: desterrar para siempre al populismo”.

Desde otro andarivel, Diego Santilli también empuja la idea de integrar a ambos espacios electoralmente y pensar en una alianza política sostenible a futuro. 

El denominador común de ambos es que se les vence la banca en diciembre. “Ellos consideran que una coalición con el oficialismo es el camino más corto para renovar sus bancas, pero no necesariamente eso sería así”, se permite dudar, en diálogo con la agencia Noticias Argentinas, un diputado del PRO más proclive a la propuesta de ir separados en la boleta. 

El presidente del bloque amarillo en la Cámara baja, Cristian Ritondo, hace equilibrio entre los dos bandos que hoy separan al PRO. 

“Faltan cinco meses y puede pasar cualquier cosa en este país. Fusión no va a haber. Somos espacios diferentes. De lo que se está hablando es de una alianza electoral y legislativa, que sería lo ideal, pero falta un largo trecho para saber qué sucederá”, aseguraron a Noticias Argentinas cerca del jefe de la bancada macrista.

Preso de su debilidad política, Mauricio Macri se apuró y dio un paso en falso luego de que Milei invitara al PRO a “un acuerdo total” para “arrasar con el kirchnerismo” en las urnas.

El presidente y fundador del partido amarillo mordió el anzuelo y se pasó varios pueblos al designar a los cinco negociadores del PRO que participarían de la hipotética mesa de diálogo electoral.

Desde la Casa Rosada lo frenaron en seco y le hicieron saber que los tiempos los va a marcar, a su debido momento, Milei y su círculo de confianza.

Al Gobierno le interesa un acuerdo con el PRO siempre y cuando éste se someta al pliego de términos y condiciones que imponga la Casa Rosada. 

Una de las exigencias es que Macri se abstenga de ser candidato, ya que Milei pretende que el protagonismo lo tengan los candidatos libertarios.

La alta imagen negativa que tiene el líder del PRO también es ponderada como una limitante para las aspiraciones del oficialismo.

Otra condición innegociable es que la boleta será violeta, con la denominación “La Libertad Avanza”, sin ninguna alusión estética ni simbólica vinculada al PRO.

La lista de humillaciones que tendría que asumir Macri en pos de un acuerdo electoral es muy alta y el dilema que deberá resolver en ese contexto es hasta qué punto llegará su tolerancia. 

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, no quiere saber nada con armar una coalición con LLA, ya que implicaría poner en riesgo el control de las listas en su distrito. 

El mandamás porteño ve venir un caballo de troya libertario en el último bastión del macrismo, que el PRO gobierna desde el 2007.

Por eso, tomó la decisión de desdoblar las elecciones y a su vez de enviar un proyecto para suspender las PASO en la Ciudad. 

Con esas medidas, Jorge Macri evita la nacionalización de la elección, donde el macrismo podría ser víctima de la polarización entre libertarios y kirchneristas, y también se blinda de una virtual competencia interna.

Sin embargo, una alianza electoral entre su primo y Milei en provincia de Buenos Aires podría trastocar su plan de preservación del poder en la Ciudad.

Es por esta razón que el alcalde porteño fue el primero en agitar la candidatura de Mauricio Macri, quien pese a los amagues todavía no definió cómo jugará personalmente en las próximas elecciones.