Mario Berjecio: "Me siento bendecido por Dios al asumir este nuevo camino"

28/01/2025 12:42:04 | 374 LECTURAS | GENERALES

Dialogamos con el nuevo acólito del Ministerio Laical.

El sábado 25 de enero de 2025, la comunidad de la Parroquia Santa Rosa de Lima de Tornquist vivió un momento único durante la Santa Misa presidida por el obispo Fray Carlos Alfonso Azpiroz Costa.

En esta emotiva celebración, Mario Roberto Berjecio fue instituido como acólito del Ministerio Laical, formalizando así una labor que ha desempeñado con dedicación durante seis décadas.

Rodeado de su familia, amigos y autoridades religiosas, Mario compartió reflexiones sobre su extensa trayectoria, su vocación y los desafíos que asume con esta nueva responsabilidad en la Iglesia Católica.

Mario Berjecio 

La función del acólito

“El acólito es un ayudante o auxiliar del altar durante las diferentes ceremonias que realiza nuestra Iglesia. Su misión principal es asistir al sacerdote que preside las celebraciones y, en algunos casos, también al diácono permanente.”

Reconocimiento formal tras 60 años

“Ahora tendré el honor de realizar esta labor de manera institucional y oficial, con un reconocimiento formal a mi trayectoria.”

Una anécdota que marcó el camino

"Todo comenzó cuando el Monseñor Frei Carlos, durante una visita para confirmaciones, me llamó la atención por no estar revestido. Aunque le expliqué que era laico, insistió en que debía usar el alba. Este episodio quedó grabado en mi memoria. Más tarde, en una de mis visitas a la curia, el Monseñor me propuso hacer la escuela de diaconado, pero, debido a mi edad y otros motivos, le expliqué que no estaba preparado para ese camino. Tiempo después, volvió a sugerirme el Acolitado, marcando así el inicio de esta nueva etapa."

Una fecha significativa

“El 25 de enero tiene un significado especial. Coincide con el regreso del Monseñor de sus vacaciones y es el Día del Cursillista, en conmemoración de la conversión de San Pablo, patrono de los cursillos. Para mí, esto lo hace aún más significativo, ya que soy cursillista desde 1991.”

Un mimo al alma

“Esto fue más que un simple mimo al corazón, fue un regalo para el alma. La mayor felicidad fue compartir ese momento rodeado de mi familia y mucha gente querida.”

Una vida marcada por la fe

“Me considero bendecido por Dios porque tuve la oportunidad de estudiar en un colegio religioso en Saldungaray, donde comenzó mi camino hacia la vocación. Mi primer párroco, el padre Mario Molinari, plantó esa semilla en mi corazón. Más tarde, cuando mi familia se mudó a Banfield, él vino personalmente a buscarme para que completara mis estudios y trabajara en mi vocación para el seminario.”

La relación con el Padre Norberto

“Con el padre Norberto compartimos casi la mitad de nuestra vida. Es parte de mi familia, y su apoyo ha sido fundamental, tanto en lo espiritual como en lo personal.”

Un nuevo desafío junto a Mario Galindo

“Ahora me toca compartir camino con Mario Galindo. Aunque no es sacerdote porque está casado, él ocupa un rol importante en la Iglesia y tiene responsabilidades sobre mí. Respeto mucho su lugar.”

Una Iglesia en cambio

“La Iglesia está abriendo nuevas posibilidades. Recientemente, en Punta Alta, nombraron a una mujer como acólita, lo que muestra un cambio significativo en el reconocimiento de laicos y mujeres en roles de liderazgo.”

Una vida de fe en familia

“En casa tengo mi apostolado junto a mi mujer. A pesar de sus problemas de salud, es una bendición en mi vida. Recientemente, pudimos llevarla a la iglesia y compartir un momento muy significativo en familia. Estos pequeños logros reflejan la fortaleza de nuestra fe.” Finalizó. 

 
Mensaje del Padre Norberto López a Mario

“Este ha sido un gran regalo que el Señor nos hizo en este Año Santo de la Esperanza, como lo ha denominado el Santo Padre. Fue un tiempo de gracias, de perdón, y en esta comunidad, creo firmemente que Dios, Jesús, se ha mostrado sumamente bueno, generoso y misericordioso. Esto se refleja a través de este signo simple, sencillo, pero profundamente significativo: la institución del ministerio del acolitado que ha recibido mi querido hermano y amigo Mario.

Es una gran alegría y felicidad escuchar su voz y dar testimonio de esto. Es tan importante que los laicos, los bautizados, se animen a comprometerse y a decir 'sí' a Jesús cuando Él los llama. Como dice un viejo dicho: 'Jesús no llama a los calificados, sino que califica y forma a los que llama.'

Este es un gran ejemplo de entrega, de decir: 'Sí, Señor, aquí estoy para lo que quieras,' como decía Santa Maravilla, aquella santa monja española: 'Lo que quieras, cuando quieras, como quieras.' Ese debe ser el lema de todo cristiano bautizado. Aunque a veces nos cueste y el camino parezca más pesado, nunca nos falta la asistencia del Señor.”

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